Justo encima del 6 se puede leer “SEILF EMIT”, que a través de un espejo pone “TIME FLIES” (el tiempo vuela). Estas dos palabras son lo único del reloj que se puede leer frente a un espejo. Por eso yo creo que el reloj no está pensado para mirarlo a través de un espejo porque los números están “al derecho”.
No es difícil acostumbrarse a mirar la hora de este reloj tan original, pero la primera vez que lo ves causa un poco de confusión y sorpresa al mismo tiempo. A mí me parece muy divertido porque parece que el tiempo vaya hacia atrás.
Además de ser práctico y bonito, este reloj hace trabajar las neuronas.
No hace mucho ruido. Si la casa está en silencio y te acercas al reloj se oye el tic-tac, pero en general el ruido pasa desapercibido.
El reloj mide 28 cm de diámetro, pesa 570 g, la maquinaria es de cuarzo y funciona con una pila AA que dura años (la pila no está incluida en el envío). En los 16 años que lleva en casa, sólo hemos tenido que cambiar la pila una vez. Una vez lo pones en hora, el reloj no se atrasa ni se adelanta. En ese sentido funciona perfectamente.
Hace un año o así regalamos un “Backwards Clock” a unos amigos y están encantados.