Cabin Max Metz Mochila pequeña, bolso viaje Stowaway 20 40
Cabin Max Metz Mochila pequeña, bolso de viaje Stowaway de 20 litros, 40 x 20 x 25 cm. Equipaje de cabina apto para Ryanair. Ideal como equipaje de mano en el avión, Tarjetas postales: Equipaje de mano, mochila para Ryanair. Con un tamaño de 40 x 20 x 25 cm, el Metz Stowaway tiene las dimensiones perfectas para adaptarse a la nueva normativa de Ryanair sobre equipaje permitido. Un volumen filigranado de 20 litros y un peso de sólo 500 gramos hacen del Metz Stowaway un compañero de viaje ideal para los vuelos de Ryanair y para muchas otras grandes compañías aéreas
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Equipaje de mano, mochila para Ryanair. Con un tamaño de 40 x 20 x 25 cm, el Metz Stowaway tiene las dimensiones perfectas para adaptarse a la nueva normativa de Ryanair sobre equipaje permitido. Un volumen filigranado de 20 litros y un peso de sólo 500 gramos hacen del Metz Stowaway un compañero de viaje ideal para los vuelos de Ryanair y para muchas otras grandes compañías aéreas
Estilo: la combinación de la apertura tipo maleta y el suave material exterior flexible ofrecen una libertad excepcional a la hora de empacar. Añade a eso la moderada capacidad de 20 litros y las correas de compresión para mantener tus objetos personales bien juntos cuando hayas terminado de empacarlos.
Organizado: el compartimento frontal de tu Metz tiene soportes para Ipads o tabletas, documentos de viaje, bolígrafos y billetes. ¡Tendrás todo a mano en todo momento! El compartimento organizador te permitirá agilizar tu estancia en el aeropuerto o pasar agradablemente el tiempo durante el vuelo.
Comodidad: al diseñar el Metz Stowaway, siempre hemos tenido muy presente la satisfacción de nuestros clientes. Con un acolchado generoso en las correas, en el asa superior y en la parte trasera de la mochila, ¡llevar la Metz Stowaway no podría ser más fácil!
Reciclado y duradero: fabricado con poliéster RPET 600D, que se obtiene fundiendo plásticos (por ejemplo, botellas de plástico de tereftalato de polietileno usadas) y convirtiéndolos en fibras de poliéster. La producción de poliéster reciclado consume menos recursos que las fibras nuevas y causa menos emisiones de carbono.