Sedalinne Sábana encimera Hostelería Tejido 50% Algodón 144

La sábana encimera "Sedalinne" es la elección perfecta para el sector de la hostelería, combinando durabilidad y confort gracias a su composición de 50% algodón y 50% poliéster. Con una calidad de 144 hilos, esta sábana ofrece una suavidad excepcional al tacto y una resistencia superior al desgaste, ideal para el uso frecuente en hoteles y alojamientos. El tejido mixto garantiza una superficie lisa y agradable, manteniendo a los huéspedes cómodos durante su descanso.

Diseñada específicamente para camas de todos los tamaños, la sábana encimera "Sedalinne" se adapta perfectamente a las dimensiones estándar de camas individuales en el ámbito hostelero. Su color blanco puro proporciona una sensación de limpieza y frescura, imprescindible en cualquier ambiente de alojamiento. Además, la combinación de algodón y poliéster facilita el mantenimiento, permitiendo un lavado y secado rápidos, conservando siempre su aspecto impecable.

La calidad de 144 hilos en la sábana encimera "Sedalinne" garantiza una alta densidad del tejido, lo que se traduce en mayor resistencia y durabilidad. Este número de hilos permite una excelente transpirabilidad y comodidad, crucial para un buen descanso. El algodón proporciona la suavidad natural y la absorción de humedad, mientras que el poliéster añade resistencia a las arrugas y a la decoloración, manteniendo la sábana en perfectas condiciones por más tiempo.

Pensada para la hostelería, la sábana encimera "Sedalinne" es un elemento clave en la creación de un ambiente de descanso agradable y acogedor. Su diseño y materiales están seleccionados para soportar los rigores del uso diario, sin perder su calidad ni confort. La mezcla de algodón y poliéster asegura que la sábana sea resistente al lavado frecuente, conservando su forma y color, y facilitando así su gestión en entornos de alta rotación de huéspedes.

Además de su funcionalidad, la sábana encimera "Sedalinne" destaca por su versatilidad y adaptabilidad a distintos estilos de decoración. El color blanco, clásico y atemporal, combina fácilmente con cualquier juego de cama, aportando un toque de elegancia y limpieza. La facilidad de mantenimiento y la durabilidad del tejido la convierten en una opción práctica y económica para establecimientos hoteleros, asegurando una experiencia de descanso placentera para cada huésped.